Opinión por Héctor Loya
La drogadicción es un gran problema en el mundo actual que ataca a los jóvenes, chicos y adultos sin hacer diferencias, pero los adolescentes y jóvenes son los más afectados hasta llegar en ocasiones a la muerte por la falta de información e inmadurez.
Hasta hace algunos años las principales drogas consumidas eran la marihuana, cocaína y otras sustancias, sin embargo, hoy en día el uso del fentanilo y el cristal ha ganado terreno como nuevas drogas, las cuales han afectado a esta nueva juventud y seguirá creciendo este gran problema ya que es un crimen organizado.
En este contexto, y para mala fortuna, el tema de las adicciones se ha ido normalizando socialmente. Si no tenemos a una persona cercana, un familiar o una amistad, enfrentando esta situación, simplemente dejamos de prestarle atención, ocupados en resolver nuestros propios problemas.
Sin embargo, la reflexión que quiero compartir con ustedes es que desde las infancias podemos comenzar a trabajar el tema de las adicciones. Hablar con nuestras hijas e hijos es un primer paso fundamental.
La adicción debe ser tratada como un problema de salud pública, no como un asunto de seguridad. Este enfoque es vital si realmente queremos atender de raíz las causas y consecuencias que genera. Necesitamos preocuparnos y, más aún, involucrarnos con sensibilidad y compromiso en las problemáticas que afectan a nuestra comunidad.
Lamentablemente, el problema en la actualidad es grave y no depende solo de la sociedad, también es responsabilidad de los gobiernos. Estas drogas destruyen y seguirán destruyendo a miles de jóvenes todo por el simple hecho de que se sigan vendiendo y traficando estas, es fundamental que el gobierno haga algo para combatirla y darles un verdadero castigo a estos delincuentes que afectan contra la salud del ser humano.
Debemos hacer conciencia y tratar de combatir esta gran problemática que día con día destruye a miles de personas y esto es a causa de que no hacemos nada y nos conformamos con lo que nuestras autoridades hacen, la lucha contra las adicciones es una responsabilidad conjunta. Aceptar y actuar en consecuencia es un avance hacia una sociedad más comprensiva, más equitativa y, principalmente, más humana.
