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HOY HABLAREMOS… “UN MINUTO”

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Por: Miguel Ángel/El Informador

Wyoming,MI- SALUDOS informados amigos… Todos los que hacemos deporte sabemos que en un minuto pueden cambiar muchas cosas; como lo daba a entender el inolvidable cronista Fernando Marcos con su frase: “El último minuto también tiene 60 segundos”. Y es que un minuto parece ser muy breve, pero en ciertas circunstancias, lo puede ser todo.

En el deporte hay muchos ejemplos de cómo todo cambia en un momento. Recordemos aquel 1 de mayo de 1994, cuando el inolvidable piloto Ayrton Senna, tricampeón del mundo de F1, alcanzó a llegar a la vuelta 7 del Gran Premio de San Marino (Imola); con un problema en el auto Senna siguió conduciendo hasta que en la curva conocida como Tamburello, en tan solo un minuto, el volante se salió totalmente de su lugar debido a la ruptura de la barra de dirección y con una velocidad de 314 kilómetros por hora, y aunque logró reducirla, aun así le fue imposible librar el impacto contra un muro.

El impacto a esa velocidad no sólo destrozó su monoplaza, sino destrozó su vida horas después del accidente.

Dentro de las peores lesiones que se recuerden en el deporte, una de ellas ocurrió en 1998. En un tiro de esquina y tras el rechace de su arquero, el defensa del Coventry, David Busst, chocó al barrerse con el defensa Denis Irwin del Manchester United. En un minuto su carrera dio un vuelco radical, ya que el resultado fue doble perforación de tibia y peroné, lo que le impidió volver al futbol profesional. Además, como consecuencia de la impactante escena, el portero del United, Peter Schmeichel tuvo que recibir asistencia psicológica.

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Ejemplos más recientes los encontramos en lo que para muchos es una inolvidable final. El 26 de mayo del 2013, entre América y Cruz Azul, los últimos cinco minutos fueron trepidantes para el equipo local y su afición, pero sobre todo, el último minuto de juego, cuando Moisés Muñoz, su portero, se fue a buscar el remate de cabeza en un tiro de esquina siendo la última jugada, un descuido o falta de concentración del equipo azul en el suspiro final del encuentro permitió el empate y posteriormente el título once de las Águilas. Un minuto para el olvido del Cruz Azul y un minuto de mucho corazón para la historia azulcrema.

El 22 de febrero del 2015, Fernando Alonso, en plenos ensayos de la pretemporada en Barcelona, llevaba la velocidad normal para el automovilismo de F1, cuando en ese minuto decisivo a mitad del tercer giro, el volante de su auto se bloqueó a la derecha y de inmediato colisionó con el muro de contención. El resultado, además del enorme susto, una conmoción y hospitalización como medida de precaución.

 

Y el minuto más terrible que se recuerde en los últimos años dentro de la lucha libre profesional y que todavía tiene consternados a muchos con la partida del “Hijo del Perro Aguayo”. Parecía una confrontación normal, hasta que después de algunos movimientos, vino el terrible desenlace. La noticia de la tragedia en el ring cimbró a buena parte de aficionados a este deporte (y no exagero para nada con lo que digo) e incluso provocó que muchos medios de comunicación que nunca ceden un minuto a la lucha voltearán a verla y la revaloraran. Un trágico minuto que cambió la vida de un ídolo del cuadrilátero y de todos los que lo admiraron. Un minuto en el deporte cambia para bien o para mal un partido, un resultado o incluso la vida misma.

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Nos leemos la próxima semana, y recuerden: “El último minuto tiene 60 segundos”.