Gael, un niño de siete años que viajaba con una caravana de inmigrantes hondureños y que recorrió más de 2,900 kilómetros que separan a su país de origen de Estados Unidos, llegó a Roma, Texas, en busca de su padre.
Este pequeño es tan solo uno de los miles de menores no acompañados que viajan a EE.UU. ya sea en búsqueda de sus padres o del denominado sueño americano.
Según Univision Gael lleva dos años sin ver a su padre el cual está en Estados Unidos, al preguntarle por su madre el menor respondió que se encuentra en México, “en una bodega”.
Los inmigrantes que lo acompañan explican que lo cuidaron, incluso por indicación de los coyotes (traficantes de personas), pero dicen que ellos no vieron a la mamá de Gael cuando lo conocieron, según cuenta Fanny Ramos, una joven hondureña que viaja con otra niña de seis años. “Él dice que trae papeles sobre su papá y una dirección”, asegura.
Gael repite las palabras que, cuenta, le dijo su madre antes de separarse. “Que me cuidara y que tuviera fe en Dios”.
Las cifras de inmigrantes que llegan al límite entre México y Estados Unidos ha alcanzado récords históricos en lo que va del año. EEUU ha seguido deportando a adultos e incluso a familias, pero no a menores no acompañados.
De acuerdo con estimaciones de The Wall Street Journal, entre 18,600 y 22,000 menores no acompañados podrían cruzar la frontera sur del país en abril de este año.
El Gobierno de Biden pidió al Congreso la aprobación de una ayuda de más de 800 millones de dólares para combatir la pobreza y violencia que enfrentan los inmigrantes que llegan a Estados Unidos y anunció un acuerdo con México, Guatemala y Honduras -este último, el país de Gael- para reforzar sus fronteras.
CON INFORMACIÓN DE UNIVISION
