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He aquí la importancia de no callarnos

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Editorial por Luis Molina

Existe un dicho que dice “al que no habla Dios no lo escucha” y cuan cierto es esto, ya que muchas veces si nos quedamos callados las cosas persisten y nunca se le pone un alto a aquello que nos está afectando.

Sobre todo nunca debemos de guardar silencio cuando estamos siendo víctimas de algún tipo de abuso.

Como medio de comunicación le hemos dado mucha importancia a promover nuestro ojo ciudadano y agradecemos a todos los que se han contactado en el pasado para reportarnos infinidad de accidentes y problemas que ocurren en la comunidad.

Es muy importante que todos nuestros lectores sigan informándonos de estas cosas pero más importante aún es que no se queden callados cuando se trata de un abuso donde personas están sufriendo y no se les presta la ayuda incluso después de haber presentado quejas.

Esta semana gracias a nuestro ojo cuidado, quien no se quedó callado y contacto a El Informador, se logró muchísimo. Como medio acudimos al lugar del complejo de trailas móviles donde los residentes estaban sin servicio eléctrico y en condiciones extremas por las altas temperaturas. Aunque los residentes ya habían tenido el mismo problema en el pasado no se les había prestado atención.

Al ser un estacionamiento privado, la administración tiene la responsabilidad de colocar los trasformadores correctos para poder abastecer el servicio a cada casa móvil. Gracias a que nosotros acudimos al lugar, hablamos con los afectados y aunque en ese preciso momento no nos abrieron la puerta los encargados de dicho luchar, la presión la sintieron de inmediato.

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Al siguiente día después de que hicimos pública la queja en nuestro medio digital, afortunadamente se resolvió el problema, todo gracias a la presión que sintieron al saber que no solo nuestro medio había publicado el abuso con el que estas familias estaban lidiando y durmiendo en sus casas móviles a temperaturas arriba de los 100 grados.

Pudimos constatar de primera mano el abuso cometido contra los residentes. Alcanzamos a ver a niños y ancianitos casi deshidratados esa noche. Son buenos para cobrar puntuales y hasta con intereses si no les pagan a tiempo pero también son buenos para ignorar al pobre y afligido hasta que se les pone presión.

Con todo el dinero que cobran y bien cobrado deben de ser responsables de poner los transformadores correctos para que cada residente de quien ellos agarran su buen dinero tenga el servicio que está pagando.

Nos alegra saber que después de nuestro video en nuestro medio digital muchos resientes que viven en el área afectada se comunicaron con nosotros dando las gracias por la acción que tomamos lo cual resulto en que rápido se arreglara el problema.