Inicio OPINION EDITORIALES Esclavos de las redes sociales

Esclavos de las redes sociales

162
0

Opinión por Héctor Loya

Las redes sociales han tenido un gran impacto en nuestras vidas desde los últimos años y para muestra basta un botón ya que el pasado martes 5 de marzo hubo una caída en las plataformas de Facebook e Instagram.

Una caída que duró alrededor de una hora y en ese lapsus la mayoría de la gente casi se volvió loca, literalmente, ya que me tocó ver a muchos entre los cuales me incluyo que pensamos que nuestra cuenta había sido hackeada y quisimos reiniciar la versión móvil o hasta cambiar las contraseñas.

Una señal evidente de que estamos dependiendo seriamente de estas plataformas para poder vivir y poder satisfacer nuestra necesidad de entretenimiento.  Detrás de todo esto hay algo evidente y lamentable ya que el día que desaparezcan las redes sociales ¿qué va a pasar o qué vamos a hacer?



Hoy en la actualidad las personas ya no se miran a los ojos, agachan la cabeza para comunicarse y fijan la mirada en el aparatito que tienen entre manos. Se ha perdido ese calor humano que sentíamos al conversar entre amigos o familiares. Nuestro lenguaje era más gestual, más cálido, más entusiasta, solíamos mirarnos de frente a los ojos y gozamos con esa manera de conversar. Ahora todo ello se está perdiendo, somos esclavos en las redes sociales y la caída de hace unos días nos hace reflexionar sobre esto.

De las redes existentes el Facebook e Instagram son las más usadas, especialmente por los latinos, la cual cuando llega a caerse, ya que esta no fue la última vez, genera un vacío y una sensación de ansiedad por saber y conocer lo que está pasando en la nube.

ARTICULOS RELACIONADOS   Revise sus detectores de humo, sino tiene póngalos de inmediato 

 
Estas plataformas sin darnos cuenta nos tienen atrapados en una atmósfera sofocante y perniciosa, una especie de neblina y un mundo que es real pero a la vez no, en el cual consumimos contenido y nos recuerda hasta lo que debemos hacer como un gancho para seguir consumiendolo.

 
Un ejemplo claro es las historias de años atrás las cuales el mismo Facebook te recuerda republicar, o también cuando no has actualizado tu estado te recomienda hacerlo de nuevo. Estas recomendaciones en poco tiempo se vuelven una conducta y  una obediencia la cual será repetida una vez y otra tal cual como corderitos que van al matadero, realmente un control sobre nuestras acciones que hacemos sin darnos cuenta y que no se cambia tan fácilmente por ese vínculo y vicio que hemos creado en las redes sociales.